La Sanidad valenciana amenaza la primavera electoral de Ximo Puig: Torrevieja ultima la huelga
La Sanidad valenciana amenaza con amargar la primavera electoral de Ximo Puig. Ahora, los casi 1.000 trabajadores laborales del hospital público de Torrevieja ultiman una huelga que coincidirá con la precampaña. El motivo es la impugnación por parte de la Consejería de Sanidad del convenio de ese hospital. Los paros comenzarán este jueves con una concentración a las puertas del citado centro y continuarán el sábado, con una manifestación. Mientras tanto, los sindicatos preparan también el censo para las votaciones que decidirán si la huelga se hace o no.
El drama que vive la Sanidad valenciana no da un respiro. Agresiones e insultos en centros de salud, médicos a las puertas de una huelga, hospitales saturados y sin camas libres, agendas interminables en Atención Primaria y un sinfín de problemas jalonan ya el día a día de facultativos, sanitarios y pacientes.
Pero, sobre todas esas cuestiones, ha emergido ahora una de considerables proporciones, tanto por la gravedad del problema como por las consecuencias que se pueden derivar. Cerca de 1.000 trabajadores laborales a extinguir del Departamento de Salud de Torrevieja mantienen un enfrentamiento con la Consejería de Sanidad porque consideran que quieren dejarles sin convenio colectivo. Están indignados porque la Generalitat Valenciana ha reclamado en el juzgado la anulación de ese convenio.
La pasada semana, representantes de los sindicatos, a las puertas de una movilización, fueron llamados a la Consejería. Supuestamente, con el fin de ofrecerles la retirada impugnación. Pero no fue así. Una vez allí, se encontraron, precisamente, con la negativa de la citada Consejería a retirar dicha impugnación.
De vuelta a Torrevieja, convocaron una asamblea. Y los acuerdos fueron de una total contundencia: el jueves habrá una concentración a las puertas del centro. El sábado, una manifestación. Y en fecha por determinar, pero presumiblemente a finales de marzo, se celebrará una votación directa y secreta en urna, que decidirá sin van a la huelga. Salvo un cambio de escenario de 180 grados, así será.
El hospital de Torrevieja era un hospital público de gestión privada hasta el 15 de octubre de 2021. En esa fecha, su gestión pasó a ser pública. Por tanto, a depender directamente de la Generalitat Valenciana. Desde entonces, no ha habido mes en el que el conflicto no estallara.
Ahora, la Generalitat Valenciana ha impugnado el convenio de los laborales, según fuentes próximas al conflicto, por tres razones: para evitar la subida salarial del 5%, por la obligación de mantener al 93% de la plantilla como indefinidos y por las licencias y vacaciones. Sin embargo, fuentes del comité de empresa han rebatido uno tras otro estos argumentos. La subida correspondía a 2022 y no se produjo porque la anterior concesionaria ya había denunciado el convenio, todos los puestos laborales se extinguirán una vez se vayan marchando los trabajadores y se transformarán en estatutarios y la influencia de licencias y vacaciones es mínima.
Por ello, los trabajadores laborales creen que en el fondo del asunto lo que busca la Consejería no es que se anulen esos puntos, sino todo el convenio y establecer uno nuevo. Un cambio de las reglas del juego para ahorrar dinero y pagar menos, según fuentes sindicales, que mantiene en tensión a sindicatos y afectados.
El calendario
La situación ha soliviantado los ánimos como hacía tiempo no sucedía. Y la consecuencia es que ya se ultima un censo de trabajadores laborales. Una vez terminado, esos laborales votarán si apoyan o no la huelga. Según fuentes sindicales, esto sucederá, previsiblemente, a finales de marzo o inicios de abril, con lo que Ximo Puig puede encontrarse con las Cortes Valencianas disueltas y una huelga de 1.000 trabajadores del hospital de Torrevieja en plena precampaña electoral, ya sin margen de maniobra para firmar la paz.
Pero es que en paralelo a esa huelga, los médicos del sindicato CESM-CV ultiman a su vez otra que llevarán a cabo si no hay acuerdo con la Consejería de Sanidad en la última reunión que está pendiente y para la que se emplazaron la pasada semana entre martes y miércoles de la actual. Pero que sigue aún sin cerrarse. En este caso, los paros, que ya están convocados, arrancarán el 6 de marzo. Y se repetirán el primer lunes de cada mes hasta que se firme el acuerdo. Pero, además, pueden intensificarse si así lo decide el sindicato en pleno conflicto.
El peor escenario para Ximo Puig
Una huelga y no digamos ya dos, supone el peor escenario posible a las puertas de unas elecciones para Ximo Puig, porque afecta a la piedra angular del sistema sanitario: los pacientes.
La Comunidad Valenciana, tal como publicó OKDIARIO este domingo, está a las puertas de las elecciones autonómicas más reñidas de su historia. PP y Vox están a un escaño de la mayoría absoluta en un escenario de empate técnico entre bloques. Cualquier matiz puede decantar el resultado hacia un lado u otro. Se decidirán por un puñado de votos. Y en ese contexto, una primavera de movilizaciones en la Sanidad valenciana puede resultar de una extrema gravedad.
Máxime, si a ello se añaden situaciones como la conocida este lunes en Cullera. Donde una enfermera está de baja por ansiedad y ha presentado denuncia ante la Guardia Civil por los supuestos insultos de que fue objeto en un centro de salud. O como la también publicada por este diario en torno al centro de salud de El Vedat (El Vedado) en la localidad valenciana de Torrente donde los pacientes se quejan porque pasan consulta en barracones.
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